No iban buscando ser noticia de portada en la prensa, ni
siquiera una pequeña fotografía que diera cuenta gráfica de lo que ocurría. No
era necesario. No era distinto a otras ocasiones similares salvo porque esta
vez, en vez de abrir la puerta de casa para recibirles, eran ellos los que
marchaban a la calle para hacer lo que siempre se ha hecho en este mundo
nuestro: Dar sin pedir nada a cambio.
No hicieron convocatoria de prensa, ni avisaron “a los
medios”, ni sujetaron cinco minutos ni diez ni quince una pancarta, ni tocaron silbatos
en la calle larga, solo cargaron junto con sus vigas de ensayo 600 kilos de
necesidad, de solidaridad, de entrega, de caridad cristiana, de ayuda, de
apoyo, de compañía, y de todo lo que se puede dar cuando los latigazos que está
pegando la todavía duradera crisis, no hace mas que azotar al mas débil y a
quien menos culpa tiene de todo lo que está ocurriendo, no solo en nuestro
Jerez bendito sino en toda la faz de la tierra.
Todo esto ocurrió bien entrada la noche del pasado viernes,
casi madrugada de sábado, cuando a la cuadrilla de costaleros del Señor de las
Penas arribaba a la calle Consistorio para hacerles entrega, a las empleadas de
ACASA, de todos los víveres y productos de primera necesidad que hasta su casa
llevaron, todos los que acudieron a la llamada realizada por parte de esta
cuadrilla de costaleros y, por consiguiente, de la Hermandad de los Judíos de
San Mateo.
Desgraciadamente, hay quien piensa que en una Hermandad solo
se está pensado todo el día en bandas, flores, cera, bordados u orfebrería. Que
equivocados están. Si no fuera por la labor que las Hermandades realizan en su
entorno y, a veces hasta fuera de él, más de uno y más de dos centros de
asistencia tendrían serios problemas para su subsistencia. La labor en silencio
que se ejecuta día a día, en todas y cada una de las Hermandades, permite
paliar en gran medida muchas necesidades, dando consuelo al enfermo, asistiendo al hambriento y dando
calor a quien no tiene nada mas que la soledad por compañía. Eso también lo
hacen las hermandades. Eso y mucho mas…